martes, 15 de enero de 2013

Carta de un imposible


Puede que no me sienta tan mal después de todo, sus labios fueron sinceros en su momento, o al menos me gusta así creerlo, pero mi gran problema en ocasiones es pensar de más, odio las noches de estrellas fuera de la ciudad porque simplemente están ahí… hablándome de un pasado que simplemente no volverá.

Me recuerdo años atrás y todas esas personas que deje al pasar de los años, no es que yo cambie, es que miro el mundo diferente, los golpes me abrieron los ojos y sin duda fueron mis mejores maestros.
Vale la pena decir que aunque duros fueron siempre sinceros, y me enseñaron que la verdad es la parte más cruel de la vida.

Pero con el tiempo aprendo, y me doy cuenta que no estabas enamorada de mí, sino de lo que crees que eres cuando estás conmigo. Si bien es cierto que nunca fue un problema para mí su presencia, dime que sentirías al besarme pensando que regresarías a su lado justo al final del mundo. Viéndome marchar y decirte “Fue lo más especial”.

Por eso puede que no me duela tanto al fin y al cabo, porque para que duela tienen que existir dos, y creo que siempre fue uno y uno por separado. 


miércoles, 9 de enero de 2013

A la sombra de la luna nueva


Te hice un espacio para recuerdos en tu maleta
Para que no viajes inquieta
Para que no creas que el tiempo se las deja
Entre el pasado y el presente recapitulamos los besos extintos
Y piénsalo dos veces y dímelo… lo harías distinto?
Para que las sombras no se apaguen dejemos prendida una vela
Para que bailen y se amen como solíamos hacerlo cada luna nueva
Justo antes de darnos cuenta de la crueldad de las calles.
Me hice un convenio con la corte de mis neuronas
Te pensare dos veces por semana, bajo supervisión y sin ropa
Hasta el día que me canse de otras bocas.
Hasta que el dinero no compre más cerveza y noches locas

No olvides llevarte la memoria de mis palabras tristes, no olvides la noche que las viste.


sábado, 5 de enero de 2013

Cronicas de un imposible


El soñó con ella… tal vez no fue lo mejor.

                Soñó que se encontraban y simplemente decidieron no conocerse un segundo, estiro su mano y dijo.
-                                                                            - Soy yo… el que tanto te busco, un día pedí un deseo sabes, mi deseo fue que se apagara una estrella fugaz en unos ojos oscuros como los tuyos.

Locos por la poesía convirtieron el día en una lluvia de estrellas, temeroso el rosaba su espalda y sus entrañas parecían amenazarle.

-                                                                        -  No le toques… no caigas… no escuches a las sirenas

Retrocedía y ella solo sonreía.

-                                                                        -   A veces quisiera que todo fuera real, tenerte a mi lado y no recordar nunca que las distancia nos fue matando, no madurar, ser ese niño que lo pensó todo posible, nunca haber besado otros labios, o nunca haber despertado.