jueves, 2 de julio de 2015

Una vida como cualquiera


Es una pena que después de esta noche nos vemos con la penosa necesidad de regresar a nuestra vida... burda.. ordinaria... normal...

esos días donde en un trabajo monótono y aburrido no puedo pensar en otra cosa sino en tus pechos disparejos... esos pezones duros como rocas mientras parecía que me apuñalaban las costillas cuando coqueta y seductora me mirabas a los ojos y hacías que respirara de tu aliento de media noche.... con el sabor aun a saliva y alcohol.

Embriagado aun no queda remedio mas que morderte los labios, arrancando los gemidos mas dulces como es el limbo entre el dolor y el placer.

Después de todo me queda claro que beber de una botella o de tu entre pierna se me da bastante bien... que el camino que lleva al sur, no es en dirección al infierno sino el camino a nuestras almas.