Me tome un
respiro profundo para no desmayarme en el intento, frente a ella y decidido no podía
dejar escapar la oportunidad, estire mi mano y confundida respondió a mi
saludo. Emocionado dije “Hola mi nombre es Aspera” y bese su mano.
No se si era
miedo o simplemente lo atrevido de mis actos, pero podía sentir nuestros pulsos entre su mano y la mía, no di un solo
segundo para que ella hablara.
“Sé que parece
extraño y sé que no te conozco ni me conoces, pero te confieso que hay un
demonio de dulces ojos oscuros en mis sueños, y con sus lentes de armazón negro,
cabello castaño y rizado tiende a someterme dulcemente noche a noche. Perdón de
ante mano porque sé que es atrevido y por demás extraño”
Soltó mi mano y
yo me sentí perdido. – Fue todo – pensé para mi decepcionado valor.
Tomo mis hombros
y les recorrió con sus suaves manos hasta mis muñecas, les apretó y lentamente
se acercó y mordió mi cuello.
-
Hoy vendiste
tu alma – me dijo al oído – Y soy yo ese demonio que quiere encargar para
llevarse tu inspiración
Hoy soy un
esclavo de un ángel caído tan hermoso, con sus ojos oscuros, lentes de armazón negro,
cabello castaño y rizos.